10.000 km. (2014) Película

Tiene su punto una película tan sensible y original como “10.000 Km”, firmada por el debutante cineasta catalán Carlos Marqués-Marcet, interpretada por dos jóvenes obligados por las circunstancias a separarse durante un año. El título hace referencia a la distancia entre dos continentes que sirve de metáfora al filme, a lo largo del cual asistimos al progresivo deterioro de una relación amorosa, donde las más avanzadas técnicas de comunicación tienen un papel determinante en el desarrollo de la historia. El novel director, empeñado en practicar de forma lúcida un tipo de cine que obligue al espectador a cuestionarse todo lo que ve, logra una considerable película intimista, realzada por las impecables interpretaciones de Natalia Tena y David Verdaguer. Desde luego, es el momento oportuno para resaltar el talento de una nueva generación de actores, representados aquí por Natalia Tena y David Verdaguer, capaces con su sola presencia de dar vida a sus bien descritos personajes, donde los gestos y las miradas cobran asimismo primordial importancia. Natalia Tena brilla con luz propia por su dinamismo e ingenio, creando un personaje femenino lleno de garra, pero exento de vulgaridad. Por su parte David Verdaguer compone un tipo reconocible y muy estudiado bajo su aparente sencillez. Dicen que la distancia es el olvido. Y algo de todo ello sucede con los dos protagonistas de “10.000 Km”, que incluye algunas sabrosas reflexiones sobre las relaciones entre sexos. Desde luego, no aceptar que hombres y mujeres somos diferentes a la larga fulmina relaciones afectivas. Es obvio que tecnológicamente la humanidad ha dado un paso de gigante. Sin embargo, desde el punto de vista espiritual, nuestro cerebro no ha cambiado mucho. De todo ello habla esta interesante película, empeñada contra viento y marea en atrapar sin trampa ni cartón emociones verdaderas.