Annabelle (2014) Película

No tiene sentido este gratuito ‘spin-off’ del filme de terror “Expediente Warren: The Conjuring”, realizado por James Wan en 2013. Director que en “Annabelle” lleva a cabo tareas de productor, con una intriga montada alrededor de una muñeca satánica, dispuesta a dar matarile a todo quisqui. De nuevo nos encontramos con una indefensa familia atrapada en el interior de un oscuro chalet, donde toda una serie de entes fantasmales intentan arruinar su pacífica existencia, con bebé incluido. En general, carece de entidad un título tan insustancial como el presente, firmado por el excamarógrafo John R. Leonetti (“Soul Surfer”, Sean McNamara, 2011). La película pertenece al subgénero de las casonas encantadas. Sin embargo, la capacidad perturbadora que demostraba el título en el que se basa “Annabelle” se pierde por el camino de una segunda parte que, mucho me temo, le ha resultado a Leonetti excesivamente ancha y costosa. De ahí que el horror no salte en ningún momento, a pesar de incluir algún que otro efecto digital espeluznante. Y ocurre lo que era de todo punto inevitable: que las previsibles secuencias paranormales acaban por imponerse sin ningún rigor. Porque lo verdaderamente aterrador hoy en día está en la calle, en la vida cotidiana, en la deriva que va tomando la existencia de muchas personas sin recursos y de un importante sector de la juventud. Por no hablar de los injustos recortes y las miserables pensiones, en contraste con los desmanes perpetrados por ejecutivos corruptos y políticos maquiavélicos. Terrores soportables en tanto que muchos se conforman con bajar la cabeza, pero que inquietan cuando se reflexiona sobre ellos. Así pues, en el estado de ánimo pesimista en que nos encontramos, el cine, con humildad, pero con firmeza, debería ofrecer películas que aliviaran de alguna manera tan crítica situación. Cosa que no ocurre con el bodriete que nos ocupa.